Hoy tenia previsto hacer una reseña diferente, pero hace unos días asistí a la entrega de los Premios Boolino de Literatura Infantil y Juvenil en el magnífico marco del Disseny Hub Barcelona y me apetece mucho hablar de ello y del libro ganador en la categoría de literatura infantil, Entre todas las estrellas, de Cristina Alfonso Ibáñez.
Cuando voy por colegios e institutos a dar charlas siempre me preguntan cuántos premios he ganado. Y les digo que solamente uno porque apenas me presento a concursos literarios, aunque en la sociedad competitiva en la que vivimos parece que si no ganas premios no eres nadie o eres poca cosa. Se valoran más las medallas de un libro que su contenido literario. No suelo presentarme por muchas razones, pero solo comentaré dos porque el tema da para un artículo completo. La primera porque en general el dinero que se paga por los premios son adelantos de derechos de autor y, por tanto, si yo ya publico habitualmente y en mis contratos ya hay adelantos, los premios no me motivan. Además hay que esperar muchos meses para saber el resultado y mientras tanto no puedes mover tu original. Y el segundo, para mi el más importante, es que considero que los premios han de ser para descubrir nuevos autores, no para galardonar a autores experimentados y reconocidos. Por eso me gustan los Premios Boolino de LIJ, dirigidos a autores que no tengan ningún libro publicado. Solo echo en falta que no se admitieran obras en catalán, gallego y euskera.
Esta primnera edición de los premios me ha encantado porque en la modalidad de literatura infantil han servido para descubrir a una autora de más de 40 años. Muy bien. Así debe ser, y así es gracias a estos premios literarios. A mi me costó muchísimo publicar y en parte era por mi edad relativamente madura. Aunque escribo desde que tenía 12 años, nunca pensé que podría dedicarme a la literatura, hasta que unos amigos me animaron. Mi primer contrato profesional me llegó a los 46 años, y ahora, con 62, tengo más de 20 libros publicados. Eso le dije a la flamante ganadora. Nunca es tarde para empezar algo nuevo que puede cambiar tu vida.
Entre todas las estrellas es un relato de una gran intensidad emotiva. Dos niños y dos niñas, que no se conocen de nada, coinciden en una cabaña en medio del bosque. Cada uno ha llegado allí por motivos distintos, pero coinciden en que todos huyen de algo que les angustia en sus vidas. Les gustaría que las cosas cambiaran para que pudieran ser felices, pero ellos reaccionan rechazando su entorno afectivo sin ser conscientes del daño que pueden provocar a los demás y a si mismos. Natalia, Pedro y Lucía están como confusos y desorientados hasta que aparece Iván. El recién llegado tiene la extraña capacidad de hacerles hablar de sus problemas. Y hablando se dan cuenta de que la solución está en su interior, en su punto de vista sobre las cosas, en su manera de entender y aceptar la realidad.
Creo que es una novela de gran valor para ayudar a los niños a gestionar sus emociones. Estoy seguro que muchos lectores se identificarán con alguno de los personajes y les ayudará a entenderse a si mismos. Ese es uno de los valores esenciales de la literatura infantil. Uno de los aciertos del libro es que la autora ha sabido crear un relato coral. Todos sus personajes son protagonistas por igual, lo que le permite tejer una trama unitaria para diversas situaciones personales.
Además de la educación emocional, el libro nos acerca también a los sentimientos. Aparecen el amor filial, el odio, el egoísmo y la amistad. La amistad que nace del compartir tus problemas, de abrirse generosamente al otro para ponerse en su situación, para finalmente concretarse en una aventura conjunta, porque esa amistad que los une ya no los separará nunca.
Otro de los aciertos del libro es el elemento mágico, que mantiene la tensión hasta el final. La autora va haciendo guiños al lector y este se siente estimulado a imaginar situaciones que podrian suceder, y por tanto tiene necesidad de ir leyendo sin descanso hasta el inesperado final de la historia.
Lo único que no me gusta del libro es algo que no depende de su autora, y es que no tiene ilustraciones.
Entre todas las estrellas es el primer libro de Cristina Alfonso Ibáñez, pero de su lectura se desprende que es una escritora con muchas horas de vuelo, una escritora que lleva tiempo trabajando y que por fin ha conseguido abrir esa puerta tan difícil de la publicación.
Nació en Madrid en 1974. En 2005 obtuvo su doctorado en Filología Inglesa por la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Ha impartido clases tanto a nivel universitario como en secundaria, y ha obtenido diversas becas de investigación internacional. Gracias a su trato con alumnos de secundaria, comenzó a interesarse por la literatura infantil y juvenil. Hasta entonces, como ella misma dice, dedicaba su trabajo a los escritos de los demás impartiendo clase de literatura. A pesar de llevar años escribiendo, no se animó a enviar un escrito a un concurso hasta 2015. Ganó. El resultado es este magnífico libro del que os he hablado. Un libro que no os dejará indiferentes.
Cuando voy por colegios e institutos a dar charlas siempre me preguntan cuántos premios he ganado. Y les digo que solamente uno porque apenas me presento a concursos literarios, aunque en la sociedad competitiva en la que vivimos parece que si no ganas premios no eres nadie o eres poca cosa. Se valoran más las medallas de un libro que su contenido literario. No suelo presentarme por muchas razones, pero solo comentaré dos porque el tema da para un artículo completo. La primera porque en general el dinero que se paga por los premios son adelantos de derechos de autor y, por tanto, si yo ya publico habitualmente y en mis contratos ya hay adelantos, los premios no me motivan. Además hay que esperar muchos meses para saber el resultado y mientras tanto no puedes mover tu original. Y el segundo, para mi el más importante, es que considero que los premios han de ser para descubrir nuevos autores, no para galardonar a autores experimentados y reconocidos. Por eso me gustan los Premios Boolino de LIJ, dirigidos a autores que no tengan ningún libro publicado. Solo echo en falta que no se admitieran obras en catalán, gallego y euskera.
Esta primnera edición de los premios me ha encantado porque en la modalidad de literatura infantil han servido para descubrir a una autora de más de 40 años. Muy bien. Así debe ser, y así es gracias a estos premios literarios. A mi me costó muchísimo publicar y en parte era por mi edad relativamente madura. Aunque escribo desde que tenía 12 años, nunca pensé que podría dedicarme a la literatura, hasta que unos amigos me animaron. Mi primer contrato profesional me llegó a los 46 años, y ahora, con 62, tengo más de 20 libros publicados. Eso le dije a la flamante ganadora. Nunca es tarde para empezar algo nuevo que puede cambiar tu vida.
Entre todas las estrellas es un relato de una gran intensidad emotiva. Dos niños y dos niñas, que no se conocen de nada, coinciden en una cabaña en medio del bosque. Cada uno ha llegado allí por motivos distintos, pero coinciden en que todos huyen de algo que les angustia en sus vidas. Les gustaría que las cosas cambiaran para que pudieran ser felices, pero ellos reaccionan rechazando su entorno afectivo sin ser conscientes del daño que pueden provocar a los demás y a si mismos. Natalia, Pedro y Lucía están como confusos y desorientados hasta que aparece Iván. El recién llegado tiene la extraña capacidad de hacerles hablar de sus problemas. Y hablando se dan cuenta de que la solución está en su interior, en su punto de vista sobre las cosas, en su manera de entender y aceptar la realidad.
Creo que es una novela de gran valor para ayudar a los niños a gestionar sus emociones. Estoy seguro que muchos lectores se identificarán con alguno de los personajes y les ayudará a entenderse a si mismos. Ese es uno de los valores esenciales de la literatura infantil. Uno de los aciertos del libro es que la autora ha sabido crear un relato coral. Todos sus personajes son protagonistas por igual, lo que le permite tejer una trama unitaria para diversas situaciones personales.
Además de la educación emocional, el libro nos acerca también a los sentimientos. Aparecen el amor filial, el odio, el egoísmo y la amistad. La amistad que nace del compartir tus problemas, de abrirse generosamente al otro para ponerse en su situación, para finalmente concretarse en una aventura conjunta, porque esa amistad que los une ya no los separará nunca.
Otro de los aciertos del libro es el elemento mágico, que mantiene la tensión hasta el final. La autora va haciendo guiños al lector y este se siente estimulado a imaginar situaciones que podrian suceder, y por tanto tiene necesidad de ir leyendo sin descanso hasta el inesperado final de la historia.
Lo único que no me gusta del libro es algo que no depende de su autora, y es que no tiene ilustraciones.
Entre todas las estrellas es el primer libro de Cristina Alfonso Ibáñez, pero de su lectura se desprende que es una escritora con muchas horas de vuelo, una escritora que lleva tiempo trabajando y que por fin ha conseguido abrir esa puerta tan difícil de la publicación.
Nació en Madrid en 1974. En 2005 obtuvo su doctorado en Filología Inglesa por la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Ha impartido clases tanto a nivel universitario como en secundaria, y ha obtenido diversas becas de investigación internacional. Gracias a su trato con alumnos de secundaria, comenzó a interesarse por la literatura infantil y juvenil. Hasta entonces, como ella misma dice, dedicaba su trabajo a los escritos de los demás impartiendo clase de literatura. A pesar de llevar años escribiendo, no se animó a enviar un escrito a un concurso hasta 2015. Ganó. El resultado es este magnífico libro del que os he hablado. Un libro que no os dejará indiferentes.
Estimado Rodolfo,
ResponEliminaPara mí hubo tres momentos clave en la firma de libros tras la entrega de premios de Boolino. 1) La firma del primer ejemplar en la que fue la primera sesión de firmas de mi primera novela.
2) El primer ejemplar dedicado a una preadolescente, quien había acudido a la entrega de premios con sus padres, y ver como luego buscaba un lugar tranquilo para sentarse y devoraba el libro página tras página mientras los padres hablaban con amigos.
3) Cuando le firmé el libro a usted. Fue muy emocionante constatar que no hay una edad para iniciar un nuevo camino, y que el camino puede estar lleno de éxitos. Muchas gracias por sus palabras, su inspiración con su ejemplo, su apoyo y también por esta crítica que, viniendo de un gran autor, es muy especial.